Quiero

Quiero aprender

a cruzar las calles

O tener a alguien

que me de la

mano para hacerlo.

Octubre

Y bueno, con este septiembre encima que se va, que comenzó de una muy buena manera.

Esperando a ver que me trae octubre:

¿Qué esperan para octubre?

yo espero que las noches sigan teniendo esa luna, que de alguna forma u otra me ilumina, que los viernes sigan con su café y su cigarro, que los sábados tengan todavía su gota de alcohol y la sonrisa en la cara, espero conseguir trabajo, poder despertar al lado de mi madre, espero que los días tengan su "algo" de primavera, que no me choquen mientras voy a la u, poder seguir pasando los domingos en familia, espero poder seguir aquí, espero poder elegir con qué zapatos combinar mi polera, quiero seguir aprendiendo del cielo, ver el sol y respirar, quiero que octubre traia paz para mi tierra, espero poder quedarme en el msn hasta que me dé sueño, y llamar a alguien si es que tengo crédito, quiero darle una moneda a quien lo necesita, seguir viendo a mis 16 sobrinos cuando hay tiempo, quiero seguir luchando contra la rutina, y poder continuar sacando arriba de 90 en la universidad...

En fín, quiero que octubre siga con el lado de alegría que me trajo septiembre, pero que sea de otro color, de otro sabor y de otro olor...

Primavera

Coincido con Vania, esto del 21 de septiembre ya me tiene harta.
Lo mismo con el 23 de julio.

Y vuelve a mi memoria el único 21 de septiembre que pasé arreglada, hace unos 5 años atrás, que para lo unico que sirvió fué para hacerme sentir mal porque el peluche que le compré al susodicho era del tamaño de una pata del que el me compró.

De todas formas, y para no salir de la costumbre, feliz día de los peluches caros, las tarjetas repetidas, un motivo más para beber, y bueno, salud!

Gracias por Ser y estar

Pido disculpas por saltar el órden cronológico de mi historia de casas nuevas.
He contado apenas la de mi primera de mis 11 casas nuevas.

Voy a hablar de la última:

Hace unos dos o tres años atrás vinimos a Santa Cruz de vacaciones, y mi tío nos llevó a conocer la casa que se había construido. Llegamos, y nos pareció hermosa, con sus paredes blancas y su forma cuadrada, sus ventanas amplias y sus jardines interiores.

La vida da vueltas, y años después nos quedamos a vivir aquí, y por cosas del destino compramos esta casa.

Como dije anteriormente todas mis casas nuevas tienen historia, por que son nuevas para mí, y representan los cambios que ha tenido mi vida, algunos responsables de lo que soy.

Mi casa nueva: nuestra casa, fruto de tantos años llenos de penas blancas* empezó su historia conmigo.

Este sábado mi hermana organizó un junte para la inauguración, era a las 5 de la tarde, yo desperté a las 5 30 y nadie había llegado, me invadieron los nervios porque pensé que ibamos a terminar tomando el vino ella y yo, cuando fuí a probar si el timbre servía (jejeje) en la puerta estaban tres de sus amigos, los hice pasar y me entré a bañar... mientras cantaba en la ducha llegaron más, terminé de vestirme y me uní a la charla, saludé a todos y la querida Nella me hizo pasar verguenza pues mi falda estaba más abajo que lo que debería. Solucionado el asunto (otra falda) ya no había problema.
Corrieron las horas y corrió el vino, tequila, sinzano, la cerveza y también corrió mi cabeza (hasta rima).
Cuando de pronto apareció una guitarra!!! así que canciones van canciones vienen, se hizo más tarde y el "líquido vital fiestero" escaseó, así que hicimos "vaquita" y no fué más...
Llegó Vania!!! y los piratas del Caribe, los personajes de la capsula del tiempo, bien queridos los chicos, yo corrí a saludarlos, los conozco pero no saben, los quería sin conocerlos, y creo que los asusté... Luego (algo típico en mí) dí un discurso... que hasta ganas de llorar me dieron...

Perdon a todos los que es la 2da o 3era vez que me ven, y en lugar de ver a Javiera, la seria Javiera, conocieron a una Casa Nueva, media torcida por el alcohol... jijiji

A eso de las 10 el mundo daba vueltas así que me fuí a dormir y me avisaron que salían, y bueno, salimos...
Aparecimos en Pekos, que lindo... volamos con Sabina, Milanes, y Silvio...
Siguiente parada: Centrósfera... tranquilo.... le dí a los cumpleañeros sus respectivos abrazos, tb estaba Ronaldo y luego a casita ....

Muchas gracias a: Paola, Pablito, Vania, Carlitos, Albanella, Germán, Del, Regi, Paola R., Ruben, Marco, Dámaris, Brian... y sobre todo a mi mamá!!!
Y a los que no vinieron... por algo será.

Empezó mi historia con mi última casa nueva (hasta el momento) y gracias todos, por ser parte de ella.


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* La casa nueva - Tito Fernandez

La vida en tecnicolor

Javiera pasa por el centro -no soy yo, es que donde ella vive ese nombre es muy común- le toca un embotellamiento de esos mounstrosos, el día es caluroso y no encuentra nada bueno en la radio, por esas cosas de la vida mira hacia su derecha y ve una peluquería, donde un hombre mayor -de aproximádamente 60 años- está terminando el corte de un señor, ella ve que sus labios dicen "ya está, joven" y le sacude el cuello con una escobilla con talco, el joven se mira al espejo, y afirma con la cabeza y dice "está bien".
Ya van 5 minutos y Javiera no ha podido avanzar, sale el hombre con nuevo peinado y en la silla del peluquero se sienta otra persona, y empieza toda la rutina, le pasa la capa por delante y la abrocha en el cuello por detrás, y empieza a cortar...

Cuando Javiera vuelve a su casa le toca otro embotellamiento, es como medio día, está en la segunda circunferencia de su ciudad, cerca de un edificio con pinta de caja de cemento a la que todos llaman algo así como "Cine Centro", y ve acercarse a un hombrecillo vendiendo mandarinas, el mismo hombrecillo de todas las veces, de todas las trancaderas, de todos los medio día en la esquina del Cine Centro.

Hoy en la tarde Javiera fué a la contadora - ya fué ayer pero tuvo que volver porque no estaba su encargada- entró, y mientras sacaban las fotocopias de las facturas observó que la oficina era pequeña, y habían dos mujeres, un jóven y un niño de unos 13 años, todos sumergidos en sus monitores, con la pantalla azul, casi no se los veía por las torres de talonarios sobre sus escritorios, metiendo número por número, y pasaron veinte minutos y no despegaban la mirada, de las cajitas azules, pasando los dedos por el teclado, volcando los papelitos amarillos de las facturas.

Hoy Javiera lloró, no le salió ninguna lágrima pero sabe que lloró.

Lloró porque no quiere caer en la rutina, porque quiere cada día de un diferente color, porque no quiere ser monótona, como el peluquero que se pasó -y pasará- toda su vida cortando cabellos, la sacudida con la escobilla y "¿Qué tal?"- Afirman con la cabeza y se van, no quiere ser como el hombrecito de las mandarinas, toda su vida en la misma calle, caminando cuando el semáforo se pone rojo "Mandarina... 5 pesitos la bolsa" y si tiene suerte en algún semáforo vende una, no quiere ser como la contadora, todos las mañanas, tardes y toda la vida, mirando la vida en azul, con numeritos blancos, inundada de talonarios amarillos...

Javiera quiere una vida distinta, no sabe como, pero distinta.

I'm Back!!

Cuando las aguas ya están en proceso de reposo y después de una batalla campal con mi hermana, -de la cual la pobre Pao fue testigo- por el internet, ¡¡Ya estoy aquí!!
Así que ya me estarán leyendo más seguido...
Quién se apunta mañana a una ida al 24?

Porque algo así merece letra grande y MAYÚSCULAS...

siento algo y no sé que siento, en todos los aspectos...


post publicado directamente desde el encuentro bloguiviano.... "brutal" :)
y ya me apuro pq ahorita habla Vania!!